lunes, 11 de julio de 2011

La educación militar vista un autobús Encava

     Observar e interactuar con los estudiantes de la Guardia Nacional empezó ya hace casi 1 año, desde la ruta Puerto Cabello- Los Teques, cabe destacar que siempre fui el único civil, exceptuando al chofer y al colector; experiencia entre incomoda e interesante que da muchísimo de que hablar.

ARTICULO 15: NUNCA SE ENTREGARA POR LOS CAMINOS A CANTOS DISTRACCIONES IMPROPIAS DEL CARÁCTER Y POSICIÓN QUE OCUPA; SU SILENCIO Y SERENIDAD DEBEN IMPONER MAS QUE SUS ARMAS, DE LAS CUALES ÚNICAMENTE PODRÁ HACER USO CUANDO LAS NECESIDADES DEL SERVICIO LO EXIGIESEN.LA CARA Y MANOS, CON LAS UÑAS BIEN CORTADAS Y LIMPIAS, EL VESTUARIO BIEN ASEADO Y CON EL CALZADO PERFECTAMENTE LUSTROSO. (Cartilla de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela)

     Lo primero que vi entrar al autobús fue todo lo contrario a lo que dice el art.15 de la Cartilla, lo que vi un exceso de superioridades y de poder junto, todo esto cargado de una exagerada de violencia. Al principio todo me sorprendía, desde de llamarse todos por sus apellidos, donde el papel de la mujer es casi de segundo plano pero cuando pasa al primer plano se comporta tan igual como un hombre, en el sentido desde sus actos, su vocabulario, etc.

    Observé en ellos que el viaje en autobús era una vía escape a lo que ellos viven en la escuela, y allí adentro (en el autobús) es que salía todo lo reprimido, desde beber alcohol, fumar, utilizar los excesos de violencia, maldecir absolutamente casi todo, un descontrol inmerso en un supuesto orden militar. En libro “sadismo en la enseñanza” de Julio Aray, expone lo siguiente: “Los castigos, dolores o mortificaciones que el sádico trata de infligir pueden ser de índole física, mental o moral, en cuanto el carácter de su ejecución, pero debemos comprender que en el rebajamiento del objeto víctima se cumplen habitualmente condiciones de humillación, tanto mentales como morales y físicas” Lo que paso al tiempo fue que después sucedió es que lo sorprendente me pareció normal, lo que siempre me llamo la atención antes ya no me llamaba la atención y lo que antes no me daba risa porque veía que la existía un abuso colectivo, ya me daba risa, allí fue que pensé dije: “esto es grave”; siempre pensé que la lógica militar arropa y adormece, capaz entre en ese bando.

     La carrera militar, que básicamente se basa en el resentimiento, en un falso orden, en el conductismo pleno, elementalmente los cuarteles son especie de laboratorios que su fin es “transformar” a hombres y mujeres en soldados de la patria pero versión desmejorada y llena de muchísimas fallas, esta cadena que lleva muchos años, no creo que desaparezca jamás, o excepto que eliminen los cuartelas y toda las fuerzas militares del país.

ARTICULO7: SUS PRIMERAS ARMAS DEBEN SER LA PERSUASIÓN Y LA FUERZA MORAL, RECURRIENDO A LAS QUE LLEVE CONSIGO CUANDO SE VEA OFENDIDO POR OTRAS O SUS PALABRAS NO HAYAN BASTADO. EN ESTE CASO DEJARA SIEMPRE BIEN PUESTO EL HONOR DE LAS ARMAS. ((Cartilla de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela)

     En todos los viajes siempre pensé que la convivencia entre alumnos del primer años y segundo año de la carrera militar seria una bomba de tiempo y que en cualquier momento se iba a formar un todos contra todos, cosa que jamás paso; el llamado “nuevo” (alumno del primer año) siempre será calificado como el conejillo de indias y será el ama de llaves del estudiante “con mas rango” como lo es el del segundo año. “La violencia de los opresores, deshumanizándoles también, no instaura otra vocación aquella de ser menos. Como distorsión del ser mas, el ser menos conduce a los oprimidos, tarde o temprano, a luchar contra quien los minimizó.” (Freira: 1969, 25). Siguiendo la ideal del autor, el problema radica que el opresor siempre seguirá ejerciendo su papel al menos dentro del mundo militar, el oprimido siempre será pisado por el mayor, la única forma que cambien los papeles será en la calle y sin uniforme, de lo que si se está seguro es que en las sociedades el oprimido y el opresor son personajes ya de la vida diaria y es legitimado históricamente.

    La figura de la mujer en el vocablo del hombre militar es tratada con desprecio y muchas veces como objeto, desde ponerla a baila obligada hasta de llamarla “maldita”. A veces pensé que existía un resentimiento muy crítico hacia la mujer, pero cuando ellos hablaban de su mamá era algo totalmente distinto. A lo mejor el problema no está en el autobús, sino en la Escuela de Ramo Verde o realmente dependerá de su formación, pero para que muchos casos se repitan.

     Cuando pasado el tiempo, los que estaban de segundo año ya se habían graduado y toman rumbos diferentes, entonces los que estaban en el primer año pasan al segundo año, unos de los primeros días fijaron como un pacto de “no violencia hacia El nuevo” que no querían repetir los actos anteriores, en pocas palabras, se iban portar “bien”, pasado más o menos el mes o los dos meses, vi que realmente que todo eso era mentira, el mismo sistema te lleva ejercer violencia, todo esta aparentemente legitimado, bueno, a la final de cuenta estudian una carrera militar, y militar es sinónimos de guerra, armas.

    En julio se gradúan los del segundo año, hace unos días un “nuevo” molesto me dijo que estaba descontó con el trato que los “antiguos” ejercían y que cuando se graduaran ellos y pasaran al segundo año ellos no iban hacer eso (referente a la violencia), por mi parte le dije “que todo eso es una cadena y que siempre eso se va repetir”. “Todo sádico requiere de un masoquista, todo ofensor de un humillado y que este tipo de relación brota habitualmente de manera inconsciente, sin deliberación de ningunas de las partes” (Aray: 1980; 40)

    Es esta libertad que solo ven ellos al momento que pasan al segundo año y es el momento que afloran sus sentimientos e ideas con su toque militar, es este miedo de “libertad” que dentro de los cuarteles lo mal llaman respeto. Es probable que la formula que ellos toman antes de ingresar a la escuela es la fórmula de la perdía de la conciencia como forma de no afrontar lo que se le impone como dice Paulo Freire en su “Pedagogía del Oprimido” el expone muchas ideas interesantes que pueden ir muy acorde a lo que es la educación militar y en general, una de ellas “en el régimen de dominación de conciencias, en que los que más trabajan menos pueden decir su palabra…” el autor continua en el mismo orden de ideas “En esa situación, los dominados, para decir su palabra, tienen que luchar para tomarla. Aprender a tomarla de los que la retienen y niegan a los demás, es un difícil pero imprescindible aprendizaje: es la pedagogía del oprimido” A veces se añora de una libertad que puede conducirlo a ser opresores, la libertad puede ser tan engañosa como la “no libertad”.
GERMÁN FLORES

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