lunes, 11 de julio de 2011

Efectivo Látigo (represión + efectividad) (libertad – efectividad)


     En este capítulo, creo que seré catalogado de fascista, nazi, militar, etc., etc., pero en este espacio pondré el caso de la Escuela de Sociología de la UCV, claro, sin salirme del tema central que es la educación, siguiendo con las ideas del capítulo anterior el estudiante y el profesor y la sociedad en general tiene su toque militar, en qué sentido, que la única forma que la persona opere o sea “eficiente” es que exista el “Gran OPRESOR” que te imponga las cosas, con fecha, hora y día, se está acostumbrado a eso, operamos de esta forma, es por eso que lo llamare a este capítulo el “efecto látigo”. Casi que no hay mucha diferencia con la educación militar, o será que tenemos esa influencia muy marcada. En caso de sociología es algo muy normal hacer el semestre las últimas 2 semanas de clases, somos unos “AZ” en hacer millones de trabajo en horas y días, que por supuesto, hay presión del tiempo y del profesor.

     O esta la otra cara de la moneda, cuando se nos ofrece algo distinto a lo que se ve en la carrera, no existe aula de clase, sino una mesa redonda, con una variedad bibliografía que donde el estudiante pone el tema , su forma de evaluación donde el profesor no toma el papel del opresor sino mas bien incentiva al estudiante a la reflexión, al debate, a las ideas; todo bien, pero hay problema, mucha libertad, eso es lo triste de la situación, no se está acostumbrado, desde el kínder, pasando por el colegio y terminando la universidad se nos instruyo de la forma tradicional y militar, papá y mamá, estudiante y profesor, todos somos cómplices de este karma que llevamos a cuesta, ese uno de los grandes daños que se nos ha hecho e inculcado.

    Sufren una dualidad que se instala en la interioridad de su ser. Descubren que, al no ser libres, no llegan a ser auténticamente. Quieren ser, mas temen ser. Son ellos y al mismo tiempo son el otro yo introyectados en ellos como conciencia opresora. Su lucha se da entre ser ellos o ser duales. Entre expulsar o no al opresor desde adentro de sí. Entre desalinearse o mantener alienados. Entre seguir preinscripciones o tener opciones. Entre ser espectadores o actores. Entre actuar o tener ilusión que actúan en la acción de los opresores. Entre decir la palabra o no tener voz, castrados en su poder de crear y recrear, en su poder de transformar el mundo. (Freira: 1969, 29)

    Es esa dualidad que estamos inmersos, entre el Ser o No Ser, es esa libertad que tanto se aclama en las aulas de clases y es bandera de todas las campañas habidas y por haber, es esa misma la que aun no estamos preparados o peor aún, la que tememos. El estudiante no hace mucho para llegar afrontar esta libertad, la neutraliza y lucha para que se vuelva a recomponer el sistema opresivo que se ha “criado” el estudiante. En el caso de la Escuela de Sociología de la UCV, se sigue en su mayoría el método tradicional, una carrera que se hace en su mayoría en un aula de clases, donde 1+1=2, donde la política es oficialismo y oposición, donde el método de evaluación líder por excelencia será el examen escrito e individual; no es que ser pesimista, pero estamos fritos, la Escuela de Sociología esta un micro mundo que estamos inmerso, lo legitimo y la vez aborrezco, dualismo puro.

GERMÁN FLORES

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