martes, 19 de julio de 2011

MASIFICACIÓN VS CALIDAD: LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA COMO CAMPO DE BATALLA EN LA INFRUCTUOSA GUERRA POR UN INGRESO CON COMPLEJO DE RECETARIO ECONÓMICO. Débora Guzmán.


La polémica sobre el ingreso a las universidades latinoamericanas y la aplicación de medidas al respecto, no escapa de una totalidad social anclada en el rentismo-petrolero, lo que ha condenado a la universidad a un  parasitar incapaz de crear políticas endógenas pensadas para sus propias realidades y a que su intelectualidad padezca de una presbicia crónica, esta patología ocular le permite ver lejos, melancólicamente, en Harvard, Berkeley, Cambridge o La Sorbona, pero la incapacita para enfocar de cerca los problemas más candentes de nuestros pueblos. Por ello, la concepción de universidades de este lado del hemisferio depende de las posiciones emanadas desde las grandes potencias capitalistas a nivel mundial, esperando con una férrea fe religiosa las soluciones recetarias creadas desde el norte para el sur.

La otra cara de la masificación de la educación.

Cuando los intereses de Estados Unidos en el mercado internacional se vieron amenazados por la creciente relevancia en los asuntos internacionales del bloque socialista, éste país decidió dar muestra de su “altruismo” y “benevolencia” preocupándose por el desarrollo, por el hambre en África y la educación en Latinoamérica. Es así como se crea la “Alianza para el Progreso” que en el ámbito educativo se refleja en la política de masificación, es decir de la ampliación de la matricula, en un primer momento para la educación primaria y secundaria, pero más tarde se aplica a la educación universitaria, no había restricciones para el ingreso. Esta política, aplicada por Rómulo Betancourt, tuvo como objetivo la inserción de Venezuela en el mercado internacional, de modo que preparaba la mano de obra barata para las trasnacionales.
Las consecuencias de esta política demagógica son claras: motivó a la burguesía usuraria, no se creó una alternativa económica para superar el rentismo-petrolero pues las carreras ofertadas y promovidas no favorecían la diversificación y ampliación del aparato productivo nacional, por el contrario, se enfocaron en generar especialistas al servicio de grandes corporaciones económicas, lo que produjo un gran excedente de egresados en estas especialidades que no eran absorbidos por las trasnacionales.
La admisión como sistema de ingreso a la educación universitaria. La argucia de la calidad esconde en su sombra la exclusión del derecho a una educación gratuita.

A partir de la aplicación del neoliberalismo en Latinoamérica, como prueba piloto de esta política económica, los conceptos de “calidad”, “capital humano”, “excelencia”, “eficacia”, “eficiencia”, entre otros, fueron tatuados por los dictámenes de los gobiernos latinoamericanos sobre nuestros modelos educativos, erigiéndose por encima de la educación tradicional que sin lugar a duda se encontraba en crisis. Se implementó un esquema educativo corporativo que respondiera a los nuevos imperativos de las trasnacionales. El derecho humano a la educación fue pisoteado en la medida en que cada uno de estos conceptos se instrumentalizaba ya sea con la reducción del presupuesto a la educación, con las figura de préstamos contraídas por los estudiantes con las trasnacionales que fungían como becas que se pagaban después de la obtención del título con trabajo gratuito en condiciones esclavistas a dichas empresas, con pruebas estandarizadas que condicionaban el acceso o la permanencia educativa a los estudiantes o ya sea con la privatización total del proceso pedagógico.


Es desde entonces cuando se empiezan a aplicar distintas pruebas en este proceso de admisión -o no- a la educación universitaria. Nos adherimos a Marx cuando nos dice que "El examen no es más que el bautismo burocrático del saber, el reconocimiento oficial de la transubstanciación del saber profano en saber sagrado" (Carlos Marx), la prueba como legitimación de un discurso oficial que encarna, en este caso, la más pura expresión neoliberal aplicada a la educación. Es así como se aplicaron las llamadas Pruebas de Aptitud Académicas (PAA) por parte del Consejo Nacional de Universidades que había sido recién conformado para mitigar la autonomía de las universidades. También se abrió paso a la aplicación de las Pruebas Internas de Admisión (PIA) en el caso de algunas Facultades y Escuelas hasta extenderse por toda las carreras. Estas consistían en pruebas estandarizadas las cuales ya se venían aplicando desde la lógica neoliberal en varios países latinoamericanos en el caso de la educación básica para condicionar la permanencia del estudiante. En el caso de las universidades venezolanas fueron el principal mecanismo de ingreso hasta estos últimos años. La PAA y PIA eran una evaluación de carácter psicométrico aplicadas a los estudiantes que salían del bachillerato y que determinaba su ingreso en la universidad a través de preguntas de “cultura general”, “lógica matemática” y “comprensión lectora” formadas por un conjunto de preguntas ajenas a lo que el estudiante regularmente había recibido a lo largo de su formación y que para nada incentivaba la reflexión crítica y el pensamiento creativo, por el contrario legitimaba el conocimiento memorístico. Aunado a esto, en el caso de las Pruebas Internas de Admisión la perversión es aun mayor, puesto que se le agrega su carácter privado (la prueba debe ser cancelada por todos aquellos que quisiesen participar “voluntariamente”) siendo otro obstáculo, asimismo el participante deberá ser objeto de un análisis socio-económico que favorece a las clases altas, bajo la argumentación de que un estudiante de bajos recursos tiene menos posibilidades de culminar exitosamente su carrera por lo tanto la universidad no debe “invertir a pérdida”.
Quienes se osan en defender este mecanismo de ingreso lo hacen bajo la argucia de la “calidad” la cual es para ellos la garantía de que sólo un reducido grupo de estudiantes de los sectores más privilegiados de la sociedad venezolana ingrese a la universidad. Para nosotros la “calidad” no es más que una categoría propia de la lógica mercantil que nada tiene que ver con la producción del conocimiento y que responde a lo que la escritora argentina Adrianna Puiggros nos indica cuando dice que “las estrategias neoliberales dirigidas a la educación imprimen a los discursos pedagógicos la tónica de su lógica económica”. Es así como, desde esta lógica económica se legitima la exclusión de centenares de miles de estudiantes que año tras año se dirigen a las mas “prestigiosas” casas de estudio de nuestro país con expectativas y sueños que son frustrados con las frías mediciones de un examen que pretende evaluar sus capacidades.

Reflexiones finales

Los recientes intentos por superar esta pugna entre una masificación demagógica y el criterio de calidad para discriminar entre aptos y no aptos para la educación universitaria, no han sido exitosos, existe un sistema de registro único nacional con dudosos resultados y las pruebas vocacionales  siguen reproduciendo criterios estandarizados. Es por ello que el reto de lograr un ingreso y una educación no excluyente es hoy una tarea imperante para quienes nos sentimos identificados con una educación y una sociedad democrática que reivindique y trabaje en pro de las necesidades sociales del pueblo venezolano.
Para esto, es necesario Transversalizar el proceso vocacional a toda la educación media, a partir de cátedras teórico-practicas que logren una educación experimental, que sensibilicen al futuro bachiller con lo que estudiará en la universidad. Ampliar de inmediato la matrícula universitaria a partir de una comisión contralora que equipare la capacidad física de la universidad, el presupuesto asignado y la planta docente, lo cual en nuestra opinión, están siendo subutilizados en actividades privadas o en el simple desuso. Planificar mediante el Estado y el sector universitario la asignación de cupos según las necesidades productivas de la nación. Esto para nada iría en detrimento de la libre escogencia del estudiante en la carrera, sino que se establecerían prioridades  económicas y sociales. Comprender espacios universitarios formales más allá del campus universitario, dando mayor capacidad de afluencia de estudiantes en el proceso pedagógico. Así como, darle apertura a nuevas universidades que superen la concepción del aula tomando los esfuerzos de la Misión Sucre en general y de la Universidad Bolivariana de Trabajadores “Jesús Rivero” en particular.
Débora Guzmán.

jueves, 14 de julio de 2011

La Escuela, El Texto Escolar y La Igualdad De Género. CONCLUSIONES. Por: Br. Ruiz, María y Br. Valdéz, Andrea


La Ley de Orgánica de Educación en Venezuela promueve los valores de respeto, igualdad, equidad, emancipación e inclusión, entre otros, que deben ser las bases que sostengan y atraviesen todo el proceso de enseñanza y formación por el cual todos los sujetos transcurren a lo largo de su vida, desde el preescolar hasta el final de sus estudios. Sin embargo, lo que observamos tanto en las aulas de clases como a través de los libros de textos, es una visión totalmente contraria, no hay emancipación posible, lo que existe es la reproducción y repetición de los modelos mercantilistas de la educación que preparan a cada uno de los individuos para desarrollar determinadas capacidades y habilidades referidas netamente al sistema productivo económico. La enseñanza y los conocimientos se dan pues, en una sola dirección, “desde arriba hacia abajo”, del profesor hacia el alumno, sin posibilidad de crear una relación bidireccional crítica y reflexiva.

Todo el contenido –teorías, conceptos, valores, hechos y normas- que es enseñado por las profesoras y los profesores es recibido sin ningún tipo de cuestionamiento, ya que si lo dice el maestro es verdad y  más aún si está en el texto escolar. En su mayoría nadie cuestiona el por qué de esos contenidos ni las formas en que son impartidos.

No es fácil apreciar que tras el currículo oficial –explícito-, se esconden y difunden una serie de valores, como se mencionó anteriormente no se expresa de manera clara y directa que la preparación académica de los hombres y  mujeres, lleva tras de sí alcanzar determinados objetivos en el mercado laboral, en los sistemas de producción, que vienen dados del mundo cultural y que no es una tarea fraguada por los profesores o profesoras, sino más bien viene de niveles superiores de la estructura social, como lo es el Estado, que es el encargado de velar por la impartición de la educación a todos los ciudadanos y ciudadanas.

Asimismo, se puede observar que otros tipos de desequilibrios se dan dentro del sistema escolar, como lo es la desigualdad en torno al género. Ya se explicó en las secciones anteriores como las mujeres desde las primeras etapas de su vida van siendo formadas y llevadas a desempeñar ciertos tipo de labores y funciones dentro de la familia, el ámbito laboral, por tanto de la sociedad. Las profesiones que rápidamente son asociadas al sexo femenino son la de maestra, enfermera, secretaria, entre otras, debido a que son trabajos en los que los hombres no se han introducido mayoritariamente, relegándoseles a las mujeres, o en el hogar las funciones de éstas son entendidas como complementarias a las del hombre, pues este último es quien provee el pan y el dinero al hogar.

Ahora bien, en este caso se realizó el análisis a dos libros de textos de la materia Educación Familiar y Ciudadana, del séptimo grado de Educación Básica. Uno de estos textos en su título refiere a la “Nueva Educación Familiar y Ciudadana de la República Bolivariana de Venezuela”, presenta entonces, en una primera vista una innovación pues se refiere a la Nueva Educación Familiar y Ciudadana, sin embargo cuando se hizo la observación y el análisis de su contenido, respecto a la igualdad entre los sexos masculino y femenino, se pudo observar que enseña una visión muy conservadora de lo que son las funciones y la distribuciones de éstas dentro del hogar, ya que habla de que la mujer es la que se encarga de preparar los alimentos para todos los miembros de la familia, de la limpieza y el lavado de la ropa. En el segundo libro de texto encontramos algunos temas que llaman la atención en la que son abordados pero no encontramos afirmaciones de este tipo, ¿será que esa “Nueva Educación Familiar y Ciudadana es una salto atrás, un retroceso, en cuánto a las igualdades entre los hombres y las mujeres?  En estos tiempos se habla de igualdad de género, existen muchas organizaciones que defienden y luchan por el reconocimiento igualitario entre el hombre y la mujer, existe un ministerio que se encarga solamente de los asuntos femeninos como lo es el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, pero esa lucha y esa búsqueda de reivindicaciones está dejando de lado, uno de los aspectos más importantes y fundamentales en la vida de los sujetos, la educación. Nos encontramos así, a diario, en la vida cotidiana con preceptos, afirmaciones, conceptos, valores y normas de este tipo, que demuestran que en Venezuela aún falta mucho por recorrer y transformar en el sistema educativo para llegar a aquellos valores iniciales de igualdad, respeto, emancipación e inclusión.
 
Referencias bibliográficas

Bourdieu, Pierre. La dominación masculina. Editorial Anagrama. 2000
Ramírez, Tulio. El texto escolar en el ojo del huracán. Universidad Central de Venezuela. 2004
Torres, Jurjo. El currículo oculto. 6ta Edición. Ediciones Morata. 1998. Madrid, España.
 Zamora, Héctor. Educación Familiar y Ciudadana. Ediciones CO-BO. 2010. Caracas, Venezuela.
 La nueva Educación Familiar y Ciudadana. S/F. Editorial Romor.


Referencias electrónicas

De Luca, Silvia. La escuela como agente socializador. ¿Enseñar para adaptarse a la sociedad o para transformarla? análisis de posturas y presupuestos teóricos y metodológicos. En línea, [01, mayo, 2011]. Desde: www.rieoei.org/deloslectores/406DeLuca.pdf
 Reimers, Fernando. Educación, Desigualdad y opciones de política en América Latina en el siglo XXI. En línea, [25, marzo, 2011]. Desde: http://www.rieoei.org/rie23a01.htm

La Escuela, El Texto Escolar y La Igualdad De Género. Parte 4. Los textos escolares: “Educación familiar y ciudadana y La Nueva Educación Familiar y Ciudadana”. Por: Br. Ruiz, María y Br. Valdéz, Andrea


Los textos escolares: “Educación familiar y ciudadana y La Nueva Educación Familiar y Ciudadana”

En las instituciones de educación básica, como se hizo mención y es evidente, la utilización de los textos escolares es fundamental para la formación del niño o niña y, como expone Ramírez: “La integración de los textos escolares en la vida cotidiana de la escuela venezolana ha sido de tal magnitud que ha llegado al punto de convertirse en instrumento para los alumnos, maestros y padres”[1], sin el texto escolar pareciera que no existiera educación, su utilización se ha llevado a niveles en donde lo que allí se dice es lo correcto y verdadero y como tiene de alguna manera la aprobación del maestro que es la figura ante el estudiante que mas sabe y por tato me enseña, que no es aceptable ni pensable por parte de algún niño o niña en etapa de formación oponerse a lo escrito en un texto y avalado por la maestra o el maestro que, como mencione líneas arriba, es la persona que sabe por eso educa.

Los textos escolares pues, limitan al educado a una sola visión de las cosas y a una sola manera de aprender y reproducir conocimiento que vendrá dada, por esa gigantesca falla,  en donde solo se limita al niño o niña  a aprender de memoria lo que en un texto se dice y en donde la capacidad reflexiva se va coaccionando a una sola manera de aprendizaje; por otra parte, la participación por este tipo de educación se vuelve repetitiva y no verdaderamente reflexiva, que si evaluamos lo contenido en La Ley Orgánica de Educación la participación debería de venir dada por un factor reflexivo que le permita al individuo comenzar a crear su propia visión de las cosas y una base que lo ayude a su defensa teórica y argumentativa en los años próximos y porque no, también a la formación de ideales y personalidad. Observamos pues como es alejado del niño o niña educada esa capacidad reflexiva, para ser inmerso en un sistema educativo en donde la repetición parece ser la única forma real de aprendizaje.

“Abordar el texto escolar desde una perspectiva reflexiva y critica es urgente”[2] expone Ramírez, una utilización mas abierta de los materiales presentes para la educación pueden servir de mucho en la formación de los nuevos jóvenes; la transmisión de valores, creencias, estereotipos, etc. que contribuyen a su desarrollo como ser hacen necesaria la revisión exhaustiva de los textos escolares no solo para reconocer algunas fallas (de poseerlas) sino para evaluar las diferentes formas como puede ser suministrado el conocimiento, formas que no se limiten a una repetición exacta y un aprendizaje exacto del texto con todas las implicaciones que allí encontramos, por ello es apropiada la reflexión de Ramírez cuando menciona que “el texto escolar debe dejar de ser ese algo que todos presumen bien construido  para convertirse en objeto de investigación y reflexión permanente por parte de investigadores y educadores. [3]

Es aquí donde debería tomarse al pie de la letra lo expuesto en la ley orgánica de educación cuando se menciona la educación como derecho humano y deber social fundamental orientada al desarrollo del potencial creativo de cada ser humano en condiciones históricamente determinadas, constituye en eje central en la creación, transmisión y reproducción de las diversas manifestaciones y valores culturales, invenciones, expresiones, representaciones y características propias para asumir y transformar la realidad.[4]



En una revisión de los instrumentos utilizados para la formación de los niños, niñas y adolescentes en edades escolares, nos encontramos con un texto, que por su aparente contenido debería de ayudar de manera significativa a la formación de ciudadanía y valores de igualdad y morales que se mantendrán a lo largo del desarrollo de los individuos, y es el libro “nueva” educación familiar y ciudadana; utilizado 7mo grado de básica en una cátedra con el nombre “Educación Familiar y Ciudadana”. En el, encontramos diferentes contenidos que van desde la identidad sexual hasta el poder publico nacional, las elecciones y otros contenidos formativos enseñados en esa etapa. La utilización de imágenes, gráficos y textos generales de conceptos significativos giraran en torno a su estructura.

Conceptos generales, estructuras reales, representaciones colectivas,  realidades sociales y visiones de mundo  que en ocasiones van en contraposición unas con otras, juicios de valores en donde se establecen lo malo y lo bueno lo que se debe y no hacer lo que es ser hombre en todos los sentidos y lo que es ser mujer también en todas sus facetas, como deben ser las relaciones y el comportamiento de ambos sexos, un libro lleno de imágenes ideales y referencias ideológicas que serán asimiladas por el estudiante sin posibilidad a critica o a contrastar con su realidad que en ocasiones suele ser muy distinta la idealizada en el texto.

Es por ello que Ramírez dice: “La escuela fragua permanentemente en los estudiantes determinados modos de racionalidad y pensamiento, jugando importante papel en este proceso los textos escolares ya que a través de sus significados se transmiten, además de un conjunto de informaciones sobre los saberes producidos por la ciencia, concepciones ideológicas, morales, religiosas, políticas, éticas y psicológicas, antropológicas que hacen ingenuo pensar en ellos como un instrumento pedagógico neutro”[5].

Se muestra pues en este texto, como dije anteriormente, una realidad, unos valores determinados, una norma, un deber, una manera de expresión, una ideología, un comportamiento, y ante el cual el estudiante reacciona como ente pacifico receptor y productor de exacta información, aunque puede existir una critica interna a algunos conceptos, es impensable expresarlo de manera libre y solo se limitan pues a estudiar y repetir porque debemos mencionar que no es estudiar, sino aprender y repetir tal cual lo que el texto expone y que el profesor avala.

Ahora bien, en cuanto a las disposición de los sexos nos damos cuenta que la división sexual, de roles y por tanto de genero es muy marcada en el desarrollo del libro. Un fuerte predominio del hombre en las imágenes, a lo largo del libro, nos da luz de la visión menor que se le atribuye a la mujer. “Las sociedades con modelos culturales compartidos en torno a la figura masculina como ente productor, proveedor, reproductor, emprendedor, valeroso, etc., tienden a generar-como contrapartida- una imagen de la mujer asociada a atributos que complementarían los del hombre, en una suerte de compensación natural para el mantenimiento de la especia” expone Ramírez[6]. Venezuela no se aleja de esta concepción y los textos escolares tampoco; conceptos como: en las familias tradicionales existe un padre que trabaja y aporta todo el dinero necesario para el mantenimiento. Existe también una mamá que es la que lleva todo el peso de la distribución del dinero en las cosas necesarias y la que trabaja sin descanso para tener los alimentos preparados en las horas predeterminadas; para mantener limpia y funcional la casa y la ropa de todos los que en ella habitan.[7]
Esta diferencia genera pues conceptos a lo largo del texto en donde la visión de hombre como expone Ramírez en la cita antes mencionada, es superior a la de la mujer, la cual por su sexo débil y roles de hogar estará siempre a disposición de los hijos, el mantenimiento del hogar y la distribución del dinero que el esposo trabaja.

Asimismo, se hizo la observación y el análisis del texto de Héctor Zamora de Educación Familiar y Ciudadana, en donde encontramos una primera parte referida a la identidad psicosexual del adolescente, la pareja y la estructura familiar. En primer lugar se entiende que la identidad es una construcción que hacen los individuos de sí mismos, a través de las relaciones personales y sociales, formando así la personalidad en los hombres y mujeres. Ahora la identidad en los adolescentes, como lo plantea Zamora, es la identificación del joven o de la joven con su sexo[8], por tanto deben observarse comportamientos en el joven propios de la masculinidad y de recato y femineidad en la joven. Además a lo largo de esta parte que es referida a la vida del adolescente, se refuerza de manera reiterada que debe hacerse una distinción entre hombre y mujer, en ideas como la siguiente: “Es importante alentar los encuentros de jóvenes del mismo sexo. Al varón le hace bien reunirse con sus amigos y a la joven le es provechoso establecer contactos con sus compañeras. Esta práctica contribuye a afianzar la personalidad y a definir la propia sensibilidad”[9].

De esta manera, en la etapa básica de la educación nos encontramos ya con determinados conceptos, que señalan cuáles deben ser y de que manera deben realizarse los comportamientos, actitudes y conductas, de las y los jóvenes. Por otra parte, llama la atención la manera en que se abordan todos estos temas de la adolescencia, la sexualidad, etc. desde un enfoque muy biológico, siendo que el contenido del libro va orientado a la formación familiar y ciudadana. Frases como: “La adolescencia, o período que sigue a la infancia, marca el momento en que la persona adquiere capacidad para reproducirse (...)”. O también, “(…) la pareja humana que es la verdadera célula biosocial de la especie”.

Se nos presenta aquí una distinción de género que debemos evaluar: se supone que si nacemos con ciertas características en nuestro cuerpo vamos  actuar, vivir, a tener ciertas actitudes y podemos hacer unas cosas si y otras no.

Rivero, citando a Amonio (1995) nos dice; “cada sociedad produce sus propios ideales de la masculinidad y feminidad, generando mecanismos para reforzar la diferencia como desigualdad a través de la redundancia de los papeles de los sujetos, tanto femenino como masculino, deben ejecutar dentro de una sociedad. Los dos sexos sirven como referencial para la elaboración y diferenciación de las unidades sexuales”[10].

Entonces, ser hombre o ser mujer, ser masculino o femenino, es una característica que se le atribuye al cuerpo. Así Bourdieu[11] afirma que:

La construcción de los cuerpos esta inmersa en una cosmología sexualizada, la cual consiste en la oposición de lo masculino a lo femenino, a través de la delimitación de su campo de acción, en el que un sexo prevalece sobre otro (…)  las cuales las asume como diferencias naturales y no sociales o culturales.

Cabe destacar en este punto que si bien la diferencia entre hombres y mujeres es sexual también puede serlo cultural, en este punto interviene el factor genero para su entendimiento.

El género es una construcción Histórico-social, referida tanto al hombre como a la mujer. Determina lo masculino de lo femenino.
Cada cultura y sociedad impone pues,  a sus miembros una serie de prejuicios determinados acerca del carácter de la naturaleza humana y a la naturaleza de ser hombre o mujer, caso presentado en el texto evaluado. Y Cada cultura o cada sociedad asigna roles diferentes a hombres y mujeres, pero, no es de negar que al hombre se le designa en su mayoría el trabajo en la calle y la responsabilidad económica; y a la mujer la responsabilidad del hogar y de los hijos.


 “Nueva” Educación Familiar y Ciudadana






Imágenes



Mujer
Hombre
Pareja
Niñas
Niños
Familia
Madre-hij@s
Padre-hij@s
Grupos
20
55
9
16
31
4
6
1
6

Si nos vamos a cifras por sexo (incluyendo niñas con mujeres y niños con hombres) obtenemos:

Femenino: (36) imágenes aproximadamente a lo largo del texto.
Masculino: (86) imágenes aproximadamente a lo largo del texto.
Nota: Cuando Hay una nota en el libro de aparente importancia o resumen de algún concepto presentado, la imagen en todos los casos es la de un padre, un hijo y una madre.





Imágenes



Mujer
Hombre
Pareja
Niñas
Niños
Familia
Madre-hij@s
Padre-hij@s
Grupos
2
3
3
0
1
1
0
2
4
Educación Familiar y Ciudadana

Femenino: (2) imágenes a lo largo del texto
Masculino: (5) imágenes a lo largo de todo el texto.

[1] Tulio Ramírez. “El texto escolar en el ojo del huracán”.
 [2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] LEY ORGANICA DE EDUCACION. GACETA OFICIAL DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA. AÑO 2009
[5] Tulio Ramirez. Op. cit
[6] Ibid
[7] “Nueva educación Familiar y Ciudadana de la República Bolivariana de Venezuela”, p 34
[8] Héctor Zamora. Educación Familiar y Ciudadana.
[9] Ibid
[10] Artículo de Yelitza C. Rivas C. publicado en la Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. Facultad de ciencias económicas y sociales. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Septiembre-diciembre 3/2006.
[11] Pierre Bourdieu. La dominación masculina. p. 15