lunes, 29 de noviembre de 2010

Discusiones sobre "El orden del discurso"

Me atrevo a exponer un breve acercamiento a ideas que me parecieron interesantes de la discusión hasta ahora; Génesis planteaba “Libre expresión” y “conformación de nuevas tendencias”, interesante y totalmente de acuerdo acotando que en las nuevas tendencias también habrán supresiones individuales para el bienestar y acuerdo colectivo, es decir, una buena definición de dicha tendencia para evitar que la misma sea difícil de fragmentar (con mayor énfasis cuando empieza a emerger que es más desconocida y débil debido al desconocimiento de la sociedad y al no necesario apoyo de comunidades científicas), es decir, que crear nuevas tendencias asume también un discurso único que puede ser más incluyente y democrático pero que sigue teniendo cierto carácter de exclusividad (en cuanto a lenguajes y sectores sociales interesados en el).
Completamente de acuerdo con Jhanan sobre que la escuela es funcional al modelo social; que la sociología nos otorga herramientas que facilitan desmontar teorías y cuestionar realidades (no necesariamente ocurre así en otras disciplinas), de acuerdo con un “orden flexible y amplio” y empezar a construirlo pensando sobre que ideología o principios iría ese orden, ¿como construirlo? ¿A través de “focus group”, encuestas?, ¿creando una “ley del orden flexible y amplio” e introducirla a la Asamblea Nacional?, ¿predicando y debatiendo con cada estudiante de nuestra escuela y propagarlo por otras hasta que cubra toda la universidad, país, continente, etc.?, ojo: estas alternativas algo caricaturescas no pretenden ridiculizar dicha propuesta la cual es muy seria para mi, lo que de cierta forma cuestiona es las maneras de transmitirle dicho planteamiento, y motivación al cambio a una sociedad que debido a fuertes dinámicas laborales y procesos de dominación, les cuesta leer y participar en cambios importantes que desde nuestra perspectiva necesita y de la cual ella misma debe ser la protagonista, más allá de los actores políticos designados para ello (a los cuales les interesa en gran medida preservar las actuales estructuras).    “es de las que más se esconde tras un discurso de la liberación, para justificar su obligatoriedad, es de las que más adoctrina, masificando discursos específicos que circulan efectivamente y que buscan la reproducción de la sociedad sin ánimos de cambio, de crítica. Y lo que es aún más peligroso: nos hace pensar a todo lo externo como dado e inmutable.” (Jhanan)
El Profesor Seoane se cuestiona: “¿Quién duda que la educación y la escuela pueden y deben jugar un papel inequívocamente importante en la formación de una personalidad democrática y en la construcción de unas relaciones sociales democráticas?”; “¿cómo desde los saberes escolares se afirma o niega la democratización social? ¿Cómo desde estos saberes escolares se fomentan o no actitudes discriminatorias y autoritarias?” y mi pregunta o mi comentario lamentablemente un poco pesimista es ¿a quienes les interesa realmente formar seres verdaderamente democráticos, no discriminatorios, no autoritarios, etc.? ¿Cómo podemos colaborar nosotros en ello, más allá de hacer buenos ensayos y difundirlos entre nuestros allegados que aún cuando estén de acuerdo con nosotros deben seguir participando en las reglas del actual sistema educativo y de aprobación científica?
“Pero la escuela que tenemos es una porquería, debe ser criticada.” (SEOANE)  Debe ser criticada, reconstruirla y seguirlo haciendo en un proceso permanente, pero todo esto amerita esfuerzo, tiempo e incluso dinero y resistencia para que estudiantes y profesores con estas ideas democratizadoras, emancipadoras y para algunos “herejes”, puedan cambiar todo un sistema organizado, estratificado, que mantiene unas relaciones de poder y comodidad para determinados sectores, los cuales se reúsan a perder dicho orden, beneficios y entrar en conflicto para construir modelos nuevos más incluyentes y que sugieren cierta inestabilidad y perdida de poder.  “Sin embargo, sigue reinando una sola lógica y es la de la reproducción de cada uno de los valores que hoy día vemos, seres alienados, reducida capacidad de crear, pensamientos moldeadores de seres iguales (y no precisamente de IGUALDAD).” (MARIA RUIZ)
Adriana plantea una “Institución dogmatizadora”, eso es lo que tenemos, un reproductora de conocimientos la cual debe ir acorde a las exigencias internacionales sobre el área educativa en este caso (es decir, pensum de sociología similar al de otras universidades del mundo), más allá de el apoyo al desarrollo de una sociología dialéctica de calle, acorde al venezolano y a sus necesidades, que valide en mayor medida al saber popular y que trabajando con el mismo permita mejoras sociales en nuestro país, que permita una concienciación recíproca entre los investigadores sociales y los sujetos en las realidades de estudio, pienso que se puede enriquecer muchísimo más nuestra carrera en el pregrado y acorde a Adriana en: “empezar a romper con este modelo tan hegemónico, pienso debe comenzar por plantearse y realizarse distintos modelos o formas de enseñar... Para mí la universidad en este sentido tiene como que tomar la iniciativa para que cuando forme a los futuros docentes y profesionales éstos no reproduzcan a su vez lo que se trata de romper!” pero que difícil situación, cuando necesitamos que comunidades científicas o instituciones legales avalen nuestras formas de aprehender, de educar; que validen los trabajos que se están haciendo para poder también ser remunerados económicamente y tener dinero para comer y sostener a nuestras familias.
 “sería posible eso? que en la universidad se cambiara el modelo educativo represor, discriminatorio, sexista, racista, arcaico?” (QUIARO)yo creo que esto va con el paso del tiempo, con la globalización, con las nuevas tendencias alienadoras, con la difusión de los nuevos patrones de consumo tecnológico, alimenticio, sexual, textil y todos esos otros que trae la globalización y que en muchos casos lejos de hacernos más sabios sobre lo que vestimos, hacemos o decimos no conlleva más a la imitación y reproducción de tendencias difundidas por medios de comunicación y la dinámica mundial capitalista.
Desde mi perspectiva muy de acuerdo a lo planteado por Germán, donde se entiende que lo más fácil es superar todas las etapas del sistema educativo tal cual te son puestas, sin luchar mucho contra ellas para que no te atrases y podamos seguir adelante y triunfar en el sistema actual.
                Estos comentarios para fomentar un poco más la discusión.
Mariano Montilla

JAVIER SEOANE comenta sobre "El orden del discurso"






Saludos a todos.
Yo quisiera sumarme a la buena reflexión de Jhanan y Mariano sobre la dominación muchas veces encubierta bajo los grandes relatos de la emancipación (J. F. Lyotard). Indudablemente la escuela es uno de esos espacios que se vende como ilustración y emancipación mientras se mantiene atada a un orden del discurso determinado, mientras excluye la otredad del discurso oficial. Se pregunta Mariano, ¿a quién interesa impulsar la democratización de la sociedad por medio de la escuela, y no sólo de la escuela? ¿Cómo transformar este aparato de dominación que es la Escuela? Creo que no hay respuestas unívocas a estas interrogantes. Creo, incluso, que debemos preguntarnos por estas preguntas sin sabotearlas. Esto es, pienso que los interesados somos los que somos, los que hemos padecido la escuela y vemos cómo la padecen las generaciones que nos suceden. Los interesados son los excluidos de las tomas de decisiones económicas, políticas, militares, mediáticas. Los interesados somos los que somos atropellados día a día por las retóricas pseudo-modernizadoras de la derecha autoritaria y la retórica pseudo-revolucionaria de la izquierda militarista, autoritaria. Pero la pregunta de Mariano creo que va más allá, ¿cómo salir de lo que discutimos en un grupo cerrado a la transformación efectiva, a la praxis? Allí la vaina se pone chiquita, sobre todo cuando los discursos emancipatorios resultan capturados por la voluntad de poder de una “vanguardia” preesclarecida. Sin duda, al menos eso pienso, la Universidad no es el lugar que va a emprender una praxis transformadora, puede ser sí, uno de los lugares de la concienciación. Y desde ella, desde adentro, podemos emprender importantes cambios que flexibilicen al máximo la educación universitaria y la torne cada vez más inclusiva de la diversidad. Podemos discutirlo en clase.
Cito a Mariano, quien cita a Adriana: ““sería posible eso? que en la universidad se cambiara el modelo educativo represor, discriminatorio, sexista, racista, arcaico?” (QUIARO); yo creo que esto va con el paso del tiempo, con la globalización, con las nuevas tendencias alienadoras, con la difusión de los nuevos patrones de consumo tecnológico, alimenticio, sexual, textil y todos esos otros que trae la globalización y que en muchos casos lejos de hacernos más sabios sobre lo que vestimos, hacemos o decimos no conlleva más a la imitación y reproducción de tendencias difundidas por medios de comunicación y la dinámica mundial capitalista.” Precisamente, gran parte del problema está fuera de la Escuela. Exigimos mucho a la misma en una época mediática hasta el fondo. La cuestión sería, entonces, ¿cómo resistir desde la Escuela, la de sociología, la de la de formación de docentes, la escuela básica? No words.
Con relación a tu ensayo Mariano, te animo a que lo continúes como trabajo del Taller. En él apreciamos la verdad profesoral como mecanismo de control discursivo, una vez más Foucault. Pero, igualmente, te diría que no te quedes sólo en el terreno de sociología de la UCV sin mencionar otros terrenos universitarios en los que no hay elecciones, ni discusión de referendos, ni centros de estudiantes, ni elección de autoridades, sino nombramiento de las mismas por la vanguardia pre-esclarecida portadora de la Verdad Histórica, todo ello mientras se sustenta un discurso emancipador. Pues me preocupa que las críticas, justas y por demás merecidas, a la UCV vayan acompañadas de la omisión de que aquí, en la UCV, por lo menos hay alguito en relación con las Universidades administradas desde el Ministerio de Educación Superior. El pensamiento crítico no puede descansar. La derecha vive omitiendo sus aberraciones en Vietnam, Latinoamérica o el próximo oriente. La izquierda tradicional, vanguardista y portadora de la Verdad Histórica, también vive omitiendo sus propias aberraciones, sus gulags, sus Afganistán, su uso indiscriminado del aparato del Estado para acallar voces. Democracia es democratizar, y democratizar es darle en la médula a cualquier concentración del poder, sea éste de la procedencia que sea. Disculpen mi espíritu antiestatista, anticapitalista, antimilitarista, en pocas palabras, anarquista.
Feliz viaje y mucho éxito a los que viajan por razones del CONES.
A los demás, nos vemos el jueves, si nos dejan (como aquella hermosa canción de José Alfredo Jiménez).
Javier
 
LUIS MONTILLA comenta sobre "El orden del discurso"
“… pienso que los interesados somos los que somos, los que hemos padecido la escuela y vemos cómo la padecen las generaciones que nos suceden. Los interesados son los excluidos de las tomas de decisiones económicas, políticas, militares, mediáticas. Los interesados somos los que somos atropellados día a día por las retóricas pseudo-modernizadoras….” (SEOANE)

     Profesor interesante su planteamiento de ¿quiénes somos los interesados? y ¿quiénes somos los afectados?; y me pregunto. ¿cuántos afectados están conscientes de su situación de desventaja y opresión? ¿Y cuántos de los interesados están en las condiciones de dar una batalla tan dura contra un sistema organizado y eficaz?, a su vez, algo que me llamó mucho la atención, cuando usted plantea “vemos cómo la padecen las generaciones que nos suceden” (SEOANE), lo que me hace pensar que nosotros no vemos lo mismo que ellos, y cuestionarnos si ¿ellos realmente están padeciendo o están adaptados a su realidad y viven conforme a ella?, y que nosotros que tal vez tenemos un poco mas de experiencias y conocimientos creemos que ellos están oprimidos y pueden vivir una realidad mejor; lo que podríamos conceptualizar como: diferencia de conciencias y propuesta de procesos de concienciación, ¿realmente las generaciones que nos suceden están padeciendo? ¿O estamos padeciendo nosotros por muchas de sus conductas simplistas en cuanto al abordaje de las ciencias sociales, de estudios, ejercer democracia, etc.?, por ejemplo, cuando escuchamos a profesores diciendo que cada año los estudiantes que ingresan leen menos, debaten menos, etc., es decir que mi generación lee más que la generación que acaba de entrar a la escuela, pero mi generación, no lee tanto como pudo leer la generación del profesor Seoane; es decir, encontramos que con el paso de los años la tendencia a leer, estudiar, cuestionar, etc., disminuye (lo que es perfectamente funcional para la perduración de los actuales sistemas de dominación), así como aumenta la economía cognitiva en los individuos, aumenta la dependencia tecnológica y encontramos que los que estamos padeciendo somos las generaciones antiguas por que rechazamos las actuales tendencias y resistimos adaptarnos a ellas.  Acabo de salir una ponencia sobre “La Cultura Snack”, consumo rápido, picar, “como las papitas”, superficial y breve; no importa que sea estúpido, lo importante es que no sea muy denso y que lo pueda consumir rápido, y contra eso nos enfrentamos para constituir y llevar a cabo el cambio en la educación que estamos planteando, un trabajo sumamente duro, desde posiblemente una “generación más critica” para una generación de consumo superficial.

Brevemente con respecto a la intervención de Diego, no solo lo desconocido es prohibido, sino también lo conocido es prohibido, prohibido de alterar, de cuestionar, etc., y tu planteamiento de libre albedrio en cuanto a lo investigativo considero iría condicionado altamente por la moral del investigador y/o contexto donde este desarrolle dichas investigaciones, también que los esquemas para investigar algo nuevo es en base a conocimientos antiguos, entonces recordar esas limitaciones o esos sesgos que desde ya pueden tener nuestras investigaciones, muy de acuerdo con tu planteamiento solo quería agregar esos elementos.

Pido disculpas a ambos por no poder desarrollar más estas ideas y otras que tengo en mente por razones de tiempo y el lugar donde me encuentro, que espero más adelante las podamos debatir y enriquecer mejor, agradecido por sus aportes profesor, los revisare con mas detenimiento y calma en lo posible.

DIOS les acompañe.

Mariano
 


Comentando Sobre "El orden del discurso" Michel Foucault


El acto de comunicar va mas allá de transmitir a otros lo que pienso, siento o deseo; todo esto es altamente condicionado por la sociedad donde me encuentre, las características y creencias de la misma, a su vez de los subgrupos sociales que pertenezcan a esta; en todo grupo social existe la calificación de positivo, negativo, bueno, malo, bonito, feo, etc., todo esto va a incidir enormemente en mi conducta y en el discurso que yo ejerza en lugares y sitios determinados, por ende la expresión completa del ser humano ante otras personas es bastante reducida,  y en nuestros discursos se pueden plasmar deseos pero con una especie de disfraces o maquillajes que permiten la aceptación social; es como una verdad a medias, o como una mujer con maquillaje para “verse bonita” para una ocasión especial; en nuestros discursos existen deseos implícitos o reprimidos que buscan manifestarse a otros con el temor de ser rechazados; a través del discurso nos adueñamos de un hecho ocurrido, contándolo desde nuestra perspectiva, donde podemos protagonizar, ridiculizar, alabar y otro sin fin de calificativos que nos permite la narración, buscando mayoritariamente una adecuación a la realidad, pero siempre siempre a nuestros intereses y experiencias de vida.  Las múltiples exigencias sociales logran periódicamente en los individuos una “saturación del yo” y una expresión de aquello que se suele reprimir para la aprobación de los grupos sociales, precisamente en esos casos es muy común ser tildados de locos, debido a que manifestamos conductas inapropiadas para el medio que nos rodea, en esas condiciones es fácil decir palabras no acordes a lo establecido como normal en un ser social (con las características que debemos poseer cónsonas a nuestra edad y posición social); al “estallar” o sacar a relucir nuestros deseos reprimidos podemos estar siendo mas humanos pero también menos sociales.
Existen conceptos y construcciones sociales de “verdad”; “bueno”; “malo”, etc., esto avalado por instituciones, disciplinas científicas y prácticas funcionales, constantes y antiguas de nuestra sociedad, cualquiera que atente contra dichas “verdades” ya establecidas es fácilmente llamado “hereje”, “loco”, etc., por que cuestiona aquello que ya está establecido como correcto, por ende nuestro discurso debe ir acorde a lo que la sociedad ha establecido como “verdadero”, esto sugiere inmediatamente los elementos “Censura” y “Coerción” en el individuo (en su vida, discurso, actos, etc.) debido a que existen líneas de las cuales no nos podemos apartar y debemos regir en ellas hasta nuestra forma de hablar.
Entre más apoyo teórico y/o científico posea una teoría y/o un discurso, más verdadero es, más rígido, impenetrable, incuestionable, etc., esto limita la investigación de esa teoría, e inconscientemente se transmite que ya esa verdad está dicha y buscar desmontar dicha “verdad” es una tontería, perder el tiempo, etc.; esto a parte de limitar la investigación (en dicha área) facilita la implantación o mejor dicho el adoctrinamiento a muchas personas de ese conocimiento, condicionando sus mentes a lo que la(s) ciencia(s) ha(n) avalado como  correcto y dificultándoles el cuestionamiento de ello.
Así como existen sistemas de investigación y comprobación científica, existen sistemas de exclusión que buscan desmontar todo aquello que no posea una coherencia o aprobación científica, que atente contra el paradigma cognitivo actual.
Aquellas investigaciones, discursos y/o teorías que han logrado ser aprobados por comunidades científicas y a su vez han perdurado en el tiempo y se han masificado poseen un carácter e importancia mayor que aquellos discursos cotidianos de comunidades no estudiadas, pero ambos están intrínsecamente relacionados, debido a que los primeros inciden en los segundos y de los segundos nacen los investigadores que elaboran los primeros; en otras palabras, el conocimiento científico es construido por personas que nacieron en un vocabulario cotidiano, pero que a través de sus estudios y discursos científicos han logrado incidir y transformar en alguna medida dicho discurso cotidiano.
Hay discursos de poder que merecen ser repetidos como las oraciones para sanar enfermos; como un discurso incluyente que llegue a las mayorías afectadas y a la clase obrera explotada; que busque la preservación del medio ambiente, etc., muchos de esos discursos poseen un antecedentes teóricos densos, producto de amplios estudios pero que al ser manejado en lo cotidiano por las mayorías se saltan muchos de los detalles planteados en la teoría original y se simplifica su divulgación y carácter científico.
Bueno esto es una especie de abreboca para este denso tema, donde quise abordar basado en el Orden del Discurso de M. Foucault, mis experiencias de vida, estudios de teorías sociales, etc., el tema de que la comunicación, las teorías, lo discursivo y como todo es condicionado por las construcciones sociales, instituciones, prácticas antiguas y comunidades científicas en redes que proponen modelos de discursos, lenguajes y conocimientos que censuran y limitan las practicas humanas.

Mariano Montilla

Comentando sobre Jhon Dewey y "La aventura del pensamiento"


John Dewey pedagogo influyente de los Estados Unidos,  considerado como el filósofo de la educación, (de acuerdo a Savater) buscó aportar a través de la educación fundamentos para el desarrollo de la democracia moderna.   Las ideas de Dewey planteaban que en el proceso educativo debía existir complementariedad entre el pensamiento y la acción, entre la teoría y la práctica, entre las ciencias exactas y las humanistas; Dewey creía que el pensamiento es producto de la evolución biológica condicionado a su vez por lo comunicativo, cultural, social, etc., es decir, el enriquecimiento del pensamiento aumentaba a raíz de las experiencias individuales, sociales y la racionalización.
El proceso de conocimiento es constante, el hombre conoce en la incertidumbre de la realidad, en su afán por descubrir, comprender, dominar lo que le rodea; la filosofía es un pensamiento racionalizado que dirige las acciones del hombres para enfrentarse a la realidad; el lenguaje; lo que conocemos como “interaccionismo simbólico” es fundamental para la comprensión de la realidad y del conjunto de valores sociales de cada espacio, por ende la comunicación es imprescindible para la socialización, difusión de conocimientos, para la educación y democracia moderna.  El pensamiento es útil para realizar acciones que nos proporcionen resultados deseados en una realidad cambiante y sensible.
“Para Dewey la democracia es básicamente una pedagogía, y a la vez la educación es democrática y democratizadora, osea, la democracia educa y la educación democratiza” (SAVATER)
Esto propone que la democracia es aprehensible, dialéctica y en constante construcción y el hecho de que sea tomada como una pedagogía incluyente (que democratiza) sugiere que busca la participación de las mayorías, lo que en lugar de delimitarla, la amplia y complejiza debido a que sugiere una mayor participación de factores y seres humanos cambiantes que interactúan para construir un modelo de vida acorde a todos; incluso en un espacio vislumbrado como un “taller” de creación de conocimientos y no de reproducción absoluta de doctrina o de conocimientos ya validados por comunidades científicas, en este “Taller” hay un espacio para la creatividad, interpretación e incluso el desorden que posibilita la ampliación de puntos de vista sobre el tema, un abordaje interdisciplinario y un mejor acercamiento de la teoría con la realidad.  Por ende, es a mi juicio asertiva la propuesta de Dewey al ver a la democracia como una forma de vida y no simplemente como un proceso electoral; es certero al plantear al proceso político como un recurso de la democracia y no como la manifestación total de la democracia, recordando que la democracia moderna se daría de acuerdo al proceso constante de educación y preparación de los ciudadanos para asumir dicha forma de vida.
“El fundamento de la democracia es la fe en la capacidad de la naturaleza humana, la fe en la inteligencia humana y la fe en la experiencia asociada en forma de colaboración y solidaridad, la fe democrática en la igualdad de todos los hombres, es la fe de que cada individuo debe tener la posibilidad de ofrecer la contribución que es capaz y de que el valor de su contribución tiene que ser determinado por su puesto y su función en el todo orgánico de similares condiciones…” (SAVATER refiriéndose al legado de J. Dewey)
Vemos presente en esta cita “La fe” concebida por mi como un elemento presente en cada ser humano, pero no definida por todos de la misma manera, aunque podríamos superficial y brevemente reducirla  a dos categorías: 1) fe racional: aquella establecida por las instituciones consolidadas, por ejemplo fecha de vencimiento, medicinas para la gripe, penalidades por desacato a la ley, etc., es decir aquellas que muy pocas personas cuestionan; 2) fe irracional: aquella difícil de explicar, producto de teodiceas, sueños, etc., que adquiere un carácter particular para cada individuo.  Precisamente una fe de carácter irracional me atrevo a decir es aquella que Dewey poseía por todos los seres humanos para ejercer la democracia en plenitud, y que a mi juicio buscaba pasar de un terreno idealista a una práctica educadora constante y perseverante que lograra llevarla a cabo en su totalidad en el plano social real contemporáneo, vemos como la lógica pragmática de Dewey buscaba la unión teoría/praxis para la transformación social de la democracia con el proceso educativo.   “la democracia es en si misma un principio educativo, un método y una cultura educativa” (SAVATER refiriéndose al legado de J. Dewey)
John Dewey de acuerdo a lo descrito por Fernando Savater en el programa "La aventura del pensamiento", plasmó una idea y concepción de la educación bastante interesante, compleja y que nos lleva a cuestionamientos sobre el actual modelo democrático, sobre la posibilidad de desarrollar una educación para la democracia como forma de vida y sobre las dificultades de desarrollar dicho proyecto.
Mariano Montilla